El colectivo, la cultura, la familia, las redes sociales, etc., apuntan a tres creencias madre… “no soy suficiente”, “no soy importante” y “cometer errores o fracasar es malo”. Al depositar estas creencias en cualquier área de nuestra vida, nos debilitamos, dudamos y somos fáciles de manipular o dirigir.
Una de las áreas en las que se apoya la cultura para retraernos de nuestro poder, es en la idea de que debemos tener una pareja para vivir completos, por lo cual el impulso por relacionarnos es desde la idea de que la pareja de alguna manera nos “salva” para sentirnos adecuados y creer que “pertenecemos”, con el fin de demostrarle al mundo que “si alguien me quiere, no he de estar tan mal”.
Al crecer con la idea de que no somos suficientes, vivimos con una sombra que nos entristece, y anhelamos que al fin llegue esa persona que nos hará sentir completos, que evaporará en nosotros lo que sentimos que está “mal” dentro.
Pero la única verdad es que nadie puede remover esto en nosotros. Debemos trabajarlo y erradicarlo como una gran mentira que hemos creído, y que nos lleva a buscar en el exterior lo que no hemos perdido, y que nos aleja de vivir satisfechos y en busca de relaciones por las razones incorrectas.
Es común que con el tiempo cuando nos relacionamos desde el miedo, cuando baja el cuento del enamoramiento, nos volvamos a topar con lo que no hemos trabajado en nosotros. Y ese enojo o frustración ahora se lo depositemos a la pareja por no “salvarnos” de nosotros mismos.
Al caer en esta trampa social, no cuestionamos que en realidad el ser humano no está construido biológicamente para tener la misma pareja toda su vida, ni siquiera es un requerimiento para vivir plenos. Es una construcción social que nos imponemos unos a otros culturalmente por muchas razones: económicas, sociales, o inconscientes, para nutrir un sistema en el que creemos que encajamos “mejor” cuando tenemos pareja.
Por ejemplo, pensamientos comunes como; “necesito tu amor” o “estaría perdido sin pareja”, “me voy a morir sin él o ella” son ejemplos que, además de generar ansiedad, pretenden guiarnos hacia el amor, cuando en verdad no son nada más que obstáculos. Estos pensamientos nos invitan a tener pareja con base al miedo y la carencia, descartando la posibilidad de que puede ser funcional permanecer solter@s y trabajar en vivir enamorándote constantemente de ti, para que en un momento dado, si compartes con una pareja, sea una conexión auténtica, libre, de amor incondicional y una experiencia espiritual.
Así que estate atent@, porque estamos tan inmersos en la conversación colectiva, que ésta influye en nuestra realidad personal si se lo permitimos, por lo que se vuelve más importante cuestionar los pensamientos y creencias, en este caso con respecto a la soltería, a la pareja, etc., o a cualquier tema que nos genere ruido.
“Necesito el amor de una pareja.”, dale la vuelta: “necesito amor por mí”… ¿Cómo se vería esto en tu vida?
Después de cambiar la dirección del pensamiento, indaga si la nueva posibilidad es más cierta que tu pensamiento estresante. La mayoría de veces reconocerás que al darle vuelta al pensamiento, éste se vuelve cierto, o por lo menos te regresa a tu ámbito, en el que tienes poder y decir.
Darle la vuelta a los pensamientos abre espacios, y hacerlo nos deja ver cómo funcionarían las cosas de una nueva forma, más allá de lo que habíamos considerado al defender una posición determinada (probablemente adoptada de la sociedad, de tu familia, las redes sociales, etc.).
Al despertar de los trances sociales y culturales en los que nos tienen atados estas conversaciones, tendremos mayor libertad para elegir si nuestro camino habremos de andarlo con una pareja o solos. La decisión que tomemos tendrá que ver con lo que venimos a aprender en la vida.
Así que, solos o acompañados, nuestra misión es la misma: aprender a estar en paz con nosotros mismos, realizados con nuestra relación personal, compartiendo con otros sin etiquetas, sin juicios ni limitantes mentales que inhiben la magia y el bienestar de cada momento.
Esto comienza en ti y termina en ti.
Te invito a leer mí libro “El Arte de la Pareja” en donde detallo este tema y enseño puntos importantes de acuerdos, comunicación efectiva y grandes revelaciones de cómo vivir solteros o en pareja desde la mente despierta.
Respira, tienes todo en ti para ser feliz.