Nuestro nivel de conciencia se relaciona directamente con nuestro concepto del Ser: cuanto más limitada es nuestra idea de Ser, más pequeño resulta el parámetro para experimentar lo que ofrece la vida en todos los aspectos.
Ser carente no sólo es una condición financiera. Los que viven “pobres” de mentalidad son aquellos que tienen carencias en muchas áreas de su vida. Amistades pobres, pobreza en habilidades para el lenguaje, en su educación interior, en recursos mentales, en la relación con su salud, en pensar que tienen que tomar de otros, y pobres en su capacidad para ser felices y dar a los demás.
Si lo vemos de esta forma, entenderemos que la carencia puede ser una imagen limitada de la percepción que tenemos de nosotros mismos, lo cual no es una condición financiera, sino un nivel de conciencia. La relación que tienes contigo, la imagen que tienes de ti, y tus creencias, determinan tu situación financiera: a mayor estado de conciencia, menos que hacer y más que recibir.
Es interesante conversar por primera vez con una persona, en los primeros 10 minutos de conversación te darás cuenta de cómo es su situación financiera, incluso si no habla de ello. ¿Cómo?, una persona que al platicar se pone en la posición de víctima, critica, culpa a su entorno, es cínica, y se queja de cualquier tema, evidencia que desde ese lugar opera su vida, y sus finanzas incluidas.
Una mente abundante no critica ni culpa, se hace responsable, soluciona, crea oportunidades y opera desde la creación, no desde la condición.
Nuestra situación financiera no radica en fuerzas externas, sino que se crea según lo que creemos y sentimos del dinero. Esto quiere decir que, si cambiamos nuestro nivel de conciencia, nuestras finanzas también cambiarán. Estamos programados para mantenernos en la misma ruta de conversaciones interiores, el ego nos mantiene ahí por vivir sumergidos en sus creencias.
Les comparto un ejercicio que pueden realizar en cualquier momento para moldear su relación con el dinero y romper patrones indeseables:
El ejercicio consiste en escribir tres cartas:
1. En la primera escribes tu situación financiera en este momento.
2. En la segunda reconoces a quién culpas, atacas o resientes en tú mente, puede ser un pariente una persona o alguna situación, después cambia el nombre de la persona o evento por el dinero. Y verás qué la misma conversación la proyectas en un momento dado al dinero. Date cuenta qué no es lo de afuera eres tú repitiendo tú narrativa interior.
3. En la tercera reconoces que no tienes problemas económicos “perdonas al dinero y a otros”, liberas tu interior a un paradigma nuevo y declaras que tienes el dinero que deseas.
Al ir despertando, entiendes que puedes tener tanto dinero como requieras. Te darás cuenta de que no hay víctimas y que el Universo es un lugar de abundancia. Esta abundancia estará ahí para ti cuando dejes ir tus historias de vergüenza, o sea, en el momento en que estés listo para recibirla.
Declara: “Tengo el poder de manifestar lo que quiero en mi vida”.
Les recuerdo que mañana finaliza la promoción especial que tenemos en el Instituto del Proceso MMK. Si se inscriben a la Certificación Online en Autodesarrollo, les regalamos tres sesiones del Proceso MMK y el Taller Online: Las nuevas reglas de la educación, que estaré impartiendo en junio.
Todo mi amor.
Alejandra Llamas